Cuando hablamos de seguridad, podemos observar como en muchas ocasiones, el eslabón más débil de la cadena de nuestro plan de seguridad es el propio usuario, dado que su actuación puede comportar la aparición de vulnerabilidades imposibles de solucionar mediante nuevas medidas tecnológicas en nuestros sistemas informáticos.
De nada sirve introducir la necesidad de aceptar la instalación de programas diseñados por terceros si el usuario acepta cualquier cuestión sin tan siquiera prestar atención a las consecuencias que dicha aceptación pueden tener finalmente. Es por estas razones que determinados sectores abogan por la introducción de forma masiva en el mercado de dispositivos cerrados con propósitos específicos y que no requieran actualizaciones por parte de los usuarios durante su vida útil.
Seguir leyendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario