Un equipo de investigadores de las universidades de Rutgers y South Carolina ha sido capaz de intervenir los sistemas de alerta de un automovil a través de sus sensores inalámbricos, enviando mensajes falsos de presión de los neumáticos y finalmente "freír" el ordenador de abordo.
Un sedán de lujo típico tiene a tres millas de cableado y cerca de 100 millones de líneas de código de software, aproximadamente 20 veces más que los utilizados en un F-35 Joint Strike Fighter. Experimentos anteriores al actual mostraron lo que podría hacerse con una conexión física a la computadora de un vehículo.
Este nuevo trabajo ha intentado un camino diferente: la suplantación de los sensores inalámbricos en las ruedas utilizadas por los sistemas de control de presión de neumáticos, necesarios en todos los nuevos vehículos de EE.UU. desde 2008.
Los investigadores observaron que les tomó varias horas para elaborar sus herramientas y crackear los monitores, pero que la tecnología actual para hacerlo cuesta unos 1.500 dólares.
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