miércoles, 30 de abril de 2008

Los riesgos de participar en las redes sociales

El boom de sitios como Facebook o MySpace puso en discusión el papel de la privacidad de los usuarios, que a veces no saben que pese a no participar de esos sitios también pueden tener problemas.

Consejos para manejarse con cuidado

Sarah Brown toma muchos recaudos cuando se sumerge en las redes contacto sociales de la internet.

No tiene una página en MySpace. Sí figura en Facebook, pero hace lo posible para que su sitio sea visto solo por la gente que conoce.

"No quiero tener que preocuparme de los escándalos y problemas que hay online", expresó Brown, quien estudia educación en el St. Joseph College de Connecticut. No quiere difundir su información personal y exponerse a que le roben su identidad o a que potenciales empleadores sepan cosas de ella que no deben saber. "Es una cuestión de sentido común", señaló.

Da la impresión de que lo tiene todo bajo control. ¿O no?

Resulta que incluso las personas tan cuidadosas como Brown le pueden entregar información personal a extraños sin siquiera darse cuenta. Lo hacen cada vez que bajan e instalan una "aplicación", como se llama a los miles de programas que ofrecen las redes de contacto social de internet, diseñados por terceros y que incluyen juegos, competencias, concursos de conocimientos y regalos virtuales.

Brown, por ejemplo, instaló una aplicación de los aficionados del equipo de hockey sobre hielo Boston Bruins y otra que le permite colocar carteles en su propia página y la de sus amigos. Todo esto es parte de un sistema por el cual la gente puede comunicarse a través de redes cibernéticas de contacto social, creando páginas sobre sí mismos, en las que difunden fotos y detalles de sus vidas y sus intereses.

La gente a veces piensa que esa información, que considera privada, puede verla solo los amigos o grupos específicos.

Las condiciones de uso

Pero eso no es así si se usan aplicaciones. En Facebook, por ejemplo, las aplicaciones solo pueden ser bajadas si el usuario hace click en un recuadro que autoriza a los programadores de esa aplicación "saber quien soy y acceso a mi información". En otras palabras, tienen acceso a todo, menos a la información de cómo contactar al usuario.

Sin pensarlo demasiado, casi 70 millones de personas de todo el mundo aceptaron esas condiciones y usan las aplicaciones para coquetear, jugar y relacionarse con otra gente a través de internet.

News Corp., la empresa matriz de MySpace, que recibe 117 millones de visitantes por mes, incorporó hace poco una plataforma de aplicaciones, que le da a los programadores acceso a la información de todo usuario que baja su programa. A diferencia de lo que ocurre con Facebook, no obstante, el usuario de MySpace no debe incluir su nombre en su página.

¿Qué hacen estos programadores con la información? A veces la usan para poner en contacto a usuarios con intereses parecidos. Otras, para difundir publicidad orientada a sectores específicos, tomando en cuenta cosas como la edad y el género.

Facebook y MySpace aseguran que son muy estrictos con los programadores y que se desvinculan de ellos si no cumplen con sus requisitos. Añaden que hay cierta información, como dirección de internet y teléfonos, que no suministran a nadie.

Muchos datos

Pero expertos que investigan temas relacionados con la seguridad del mundo digital opinan que hay demasiada información personal dando vueltas, y pocas garantías de que está bien resguardada. También dicen que las personas que frecuentan las redes de contacto social no saben cuál es el destino de la información que colocan en sus páginas y ni están al tanto de los riesgos que corren.

"Sospecho que hacen muchos clicks despreocupadamente, sin pensar lo que ello representa", declaró Mary Madden, investigadora del Pew Internet & American Life Project, que estudia todo lo relacionado con la privacidad de las personas. "Se difunde mucha información sin que el usuario sepa cuáles son las consecuencias".

Parte del peligro es que las aplicaciones de Facebook son creadas por cualquiera, desde compañías establecidas hasta individuos que saben diseñar programas. Estos programadores pueden estar en cualquier lugar del mundo, según Jayant Agarwalla, uno de los creadores de la popular aplicación Scrabulous, inspirada en el juego Scrabble.

Contactado mediante un correo electrónico, Agarwalla dijo que emplea datos demográficos para colocar avisos, que aparecen cuando alguien está jugando. El programador, quien vive en la India, destacó que la información es obtenida y usada en el momento y no es almacenada. "En mi humilde opinión, el usuario no tiene nada de que preocuparse", expresó.

Hay quienes opinan, sin embargo, que es como darle el número de su tarjeta de crédito a un desconocido que le ofrece mercancías por la internet.

Adrienne Felt, quien estudia computación en la Universidad de Virginia y usa Facebook, dice que investigó el fenómeno y llegó a la conclusión de que no se corren tantos riesgos, ya que los programadores son gente honorable, sin intenciones ocultas.

Indicó que la mayoría de los programadores que contactó no necesitan la información personal de los usuarios y no le dan uso alguno. Cuando lo hacen, es puramente para pasar avisos publicitarios.

Vigilancia

Al final de cuentas, no obstante, Felt admite que no hay nada que impida a un programador compaginar la información con datos disponibles al público y averiguar la identidad del usuario. La información, por otra parte, puede ser robada y dar lugar incluso al robo de identidad.

"La gente parece estar convencida de que, cuando usa internet, hay alguien vigilando, que se asegura de que todo está en orden. Y eso no es así", comentó.

En la práctica, de todos modos, el principal inconveniente son probablemente los avisos publicitarios destinados específicamente al usuario.

Jonathan Gaugler, un neoyorquino de 26 años, dice que, poco antes de casarse, comenzó a recibir avisos tipo "¿Se va a casar? Haga su lista de regalos con nosotros". Su novia recibió una invitación a donar óvulos a una clínica de fertilidad.

"Alucinante", expresó Gaugler.

Muchos piensan que los riesgos de las redes de contacto social son "bajos, y los beneficios altos", según Patricia Sánchez Abril, profesora de la Universidad de Miami que estudia las leyes sobre privacidad.

"Es la forma en que se comunica la gente ahora. Si uno no está allí, queda al margen", declaró.

Sánchez Abril destaca que las aplicaciones son uno de los riesgos de estas actividades. Otro, dijo, son los amigos con acceso a la información de uno, que pueden darle una difusión no deseada.

Fuente: http://www.infobae.com/contenidos/377498-100918-0-Los-riesgos-de-participar-en-las-redes-sociales

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